Las mujeres esperan, nunca buscan, no obstante no sepan que, como hace el hombre

Las mujeres esperan, nunca buscan, no obstante no sepan que, como hace el hombre

Hemos analizado a la mujer igual que relato del ena­moramiento, nunca igual que sujeto del identico. Observamos que se intenta de una figuracion, generar una apariencia que sirve para inspirar la creatividad. Lo que se ha llamado «la musa». Des­de el diseccion sobre la literatura el enamoramiento se vive sobre forma distinta en el varon que en la chica. Resumiendo podri­amos declarar que la femina busca un poeta, alguien que le cante, que le mire. Este seri­a su ensueno. Seri­a factible que esta diferenciacion este marcada por condicionamientos culturales desplazandolo hacia el pelo las roles sociales, pero sobre hecho se dan.

El estado sobre enamoramiento en la mujer se vive sobre ma­nera recogida, lo interioriza desprovisto sacarlo exteriormente. Lo vive de la modo mas reflexiva, lo piensa mas desplazandolo hacia el pelo pierde parte sobre su potencia creadora. Con el fin de indagar el enamoramiento femenino he encontrado varias autoras que Posibilitan dar la vision de el tiempo, especialmente las poesias de Alfonsina Storni asi­ como Cartas sobre apego de la monja portuguesa Maria Alcoforado. Muchas partes sobre sus escritos reflejan el amor apasionado. Las cartas de Maria Alcoforado pueden entenderse mas igual que cartas sobre emocion, No obstante expresan vivencias que permi­ten comprender el enamoramiento desde el genero feme­nino.

La chica percibe el enamoramiento igual que un recuerdo que se realiza presente y no ha transpirado no tanto igual que un estado actual de forma permanente. Lo situa afuera de su contexto vital, no adentro livejasmin sobre el como ocurre en el hombre, sino que lo posee, lo permite a un aspecto, sencillamente lo mira. Mientras que el caballero se sumerge en el novio asi­ como mira desde igual estado, la mujer interio­riza este sentimiento, No obstante lo posee en silencio, callada, al opuesto que el hombre que lo expande, lo lanza al ambiente. Las hembras lo expresan mas en diarios intimos, en cartas que despues guardan y nunca en novelas ni prendas literarias. La poesia sobre la chica seri­a mas intimista. Al meditar en este senti­miento dudan sobre el, nunca adquiere el grado de evidencia que en el varon. Sobre hecho las novelas sobre autoras femeninas suelen ser historias sobre apego, sobre convivencia, profundizando en las relaciones con la una diferente ser, falto inventarlas. La mujer nunca oculta el enamoramiento, No obstante tampoco intenta sobre justificarlo. Escribe Alfonsina Storni

Soy un alma desnuda en estos versos

alma desnuda que angustiada desplazandolo hacia el pelo sola

va dejando sus petalos dispersos.

La mujer reside el enamoramiento an estilo sobre derrota, nunca exalta este sentimiento, ni adora la fama que permite sobre so­porte de esa figuracion. El hombre huye de esa «derrota» de lo irreal ante la inexorable realidad. La mujer mira el ena­moramiento desde la leida. El caballero busca desde su vani­dad la paraiso, mientras que la chica se situa en la posicion humilde, falto fanfarronerias ni conquistas, como en el caso sobre don Juan. La chica se ausenta de el universo, nunca lo recorre, se encierra en si. Adopta conductas de pudor, como la sobre guardarse en un convento o en un castillo, o en la vida de­dicada a su familia, desprovisto salir de la novia. La chica impide el mundo, No obstante es mas sincera porque no interpone ninguna mascara de situarse en este estado sobre enamoramiento. Se notan culpable en el y se lo quiere acelerar de si. Sobre hecho puede quedar escondido. En las cartas escribe Maria Alcoforado «Conozco de forma perfecta mi destino y no ha transpirado no trato de vencerlo. Sere infeliz toda mi vida». Y no ha transpirado «Te ame neciamente… Tu solo buscabas la victoria». En la misma camino apuntan unos ver­sos sobre Storni

Peque, peque, buen adulto, peque igual que las rosas

que viviendo carente criterio posteriormente mueren sobre sed.

En mi libaron todas las rubias mariposas

fui riego, tierra, savia… inclusive techo asi­ como muro.

Se observa cierta dedicacion y paralisis ante su enamora­miento, carente querer intervenir con el fin de que se desarrolle y no ha transpirado crez­ca. Las hembras esperan, nunca buscan, no obstante no sepan que, como permite el caballero. Sobre todo, igual que peculiaridad del enamora­miento femenino, esperan falto confianza. En cierta ocasion dijo Carmen Rivera «Todas las chicas invariablemente esperamos la carta que Jami?s llega, la carta irrealizable, pero que nos hace mirar el buzon, esperando una esperanza».

En la femina el enamoramiento nunca surge a modo de fle­chazo, de repente, sino que es una imagen que se va elabo­rando a modo que se piensa y no ha transpirado repiensa desprovisto tener un carac­ter decorativo, sino afectivo. La chicas se Acostumbran A acercar mas al objeto sobre enamoramiento, discretamente desplazandolo hacia el pelo en general de­jan este estado al ala sobre un hueco interior que esperan que alguien ocupe. La mujer al amar aporta su enamoramiento, desea unir los dos enfoques.

Cuando le comente a malva que yo sentia el enamoramiento como querer rescatar a un princesa de las cuentos, ella me dijo que lo ve mas igual que un angel sobre la tiene, que le acompana, No obstante que, no obstante, nunca interviene en su biografia mental. Esta alla, nada mas. Ella jamas saldria a buscarlo, sabiendo que es una quimera, sin embargo, yo iria en su busca cabalgando sobre un caba­llo blanco, aun sabiendo que resulta una ilusion, por no saber en que lugar reside, ni quien seri­a.

Estudios sobre neurologia han demos­trado que con respecto a la comprension estetica en el varon interviene un solo lobulo cerebral, mientras que en la femina las 2, lo que implica que en las chicas se relacionan mas elementos asi­ como la realidad asi­ como el yo se encuentran mas interconectados.

En una sobre las cartas, la monja portuguesa expresa «es­cribeme mucho». Y Storni

Pude amar esta noche con piedad infinita

pude amar al primero que acertara a regresar.

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